jueves, 10 de septiembre de 2009

¿Sorprendido o estupefacto?

Cuentan que el escritor mexicano Alfonso Reyes fue sorprendido por su mujer, en la biblioteca de su casa, en situación, digamos, indecorosa, con su secretaria.

Su mujer, estupefacta, acertó a decir:

- Estoy sorprendida.

El interfecto, con gran entereza, pese a lo comprometido de la situación, apostilló:

- Estarás estupefacta; el sorprendido soy yo.

Y es que siempre hay que hablar con propiedad.

Tomado de DesEquiLIBROS.

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