domingo, 13 de septiembre de 2009

Michael Jordan

El 11 de setiembre, un grupo de atletas fueron homenajeados en el Salón de la Fama del Baloncesto. Entre ellos, Michael Jordan, quien es, en mi opinión, el más grande de la historia del baloncesto.

Me volví hincha del deporte y de los Chicago Bulls y cuando vi por primera vez un partido de la NBA por ESPN en 1997. Eran los tiempos en que la televisión por cable recién entraba al mercado peruano. No recuerdo contra qué equipo jugaban. Solo recuerdo que en medio de toda esa gente, un jugador destacaba por encima de todos los demás. Todo parecía tan fácil en sus manos. Parecía que el tiempo se detenía cuando él se elevaba con la pelota y que se suspendía en el aire mientras iba dejando a sus rivales en el camino. Su camiseta llevaba el número 23 y su nombre era Michael Jordan.

Ahora que me detengo a recordar, entiendo que yo no me hice hincha del deporte ni de los Chicago Bulls, sino del jugador que fue el alma de ese equipo de súperestrellas. Me dolió cuando anunció su retiro y confieso que nunca más en mi vida volví a seguir ningún equipo, partido ni jugador como lo hacía en la era Jordan.

Ver su discurso
de agradecimiento, bastante emotivo y lleno de anécdotas y lecciones, en Youtube significó para mí un viaje al pasado, un viaje de 12 años hasta mi adolescencia para reconectar con esas viejas emociones de chibolo ilusionado con su ídolo, de un hincha que quiere estar al tanto de lo que hace su jugador favorito.

Recordar es volver a vivir y hoy siento que he vuelto a estar pegado a ese televisor donde lo vi ganar sus últimos títulos y coronarse una vez más como MVP.


Parte 1



Parte 2



Parte 3



"Never say never because limits like fears are often just an ilussion."

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