El reloj despertador, aquel pequeño pero jodido aparato que nos malogra el sueño todas las mañanas. ¿Quién nunca le ha dado un golpe al botón "snooze" para poder dormir algunos minutos más? Yo confieso que lo hago con la típica justificación de cinco minutos más. Sin embargo, esos cinco minutos terminan siendo casi siempre media hora más.
Un "¡Mierda! ¡Me quedé jato de nuevo!" es lo que precede a salir disparado de la cama. Algunas personas han estado pensando en soluciones creativas para evitar ese tipo de inconvenientes. En este enlace pueden ver una muestra de los resultados.
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