lunes, 10 de agosto de 2009

Laberintos crediticios

Acabo de leer este artículo del diario El Comercio. Mi mente ya es (si es que aún no lo era) un caos total. Para ilustrar lo que tengo en la mente en estos momentos, se me ocurrió el siguiente caso.

Advertencia: Se recomienda tener la mente despejada y relajada. No me hago responsable de los potenciales daños que la siguiente entrada pueda ocasionar a su corteza cerebral.


El país P tiene muchos bancos, digamos que el número es N. Cada banco ofrece muchos productos, entre los cuales está las tarjetas de crédito. Las tarjetas de crédito no son únicas en cada banco pues cada banco puede ofrecer un número X, en promedio, de diferentes tipos de tarjetas de crédito.

Asimismo, las tasas de interés de una tarjeta de crédito pueden variar dependiendo de muchos factores. Por ejemplo: la antigüedad del cliente, rango de ingresos del cliente, número de meses utilizados para el cálculo de intereses, etc. Es decir, las tasas de interés, así como el monto mensual disponible para consumo, varían de acuerdo a la evaluación de riesgo del cliente. Digamos que, en promedio, cada banco tiene por cada tipo de tarjeta de crédito ofrecida un número promedio de perfiles P.

¿Es esto legal? Me explico. Si el banco B ofrece la tarjeta de crédito C a todos sus clientes, ¿es posible que cobre diferentes tasas de interés a cada cliente en particular? Esto me huele a un no de lejos. Para tal caso el banco B debería crear diferentes tipos de tarjetas de crédito para cada perfil de cliente a los que quiera ofrecer sus productos. Pero asumamos que los clientes (la gran mayoría) no están familiarizados con estos temas ni con las implicaciones legales detrás de ellos.

Entonces, un cliente tiene muchas (demasiadas) ofertas de donde escoger. Poniendo esto en una simple (o burda) fórmula, tenemos:

A = N * X * P

Donde:
  • A = número de alternativas posibles de donde escoger
  • N = número de bancos
  • X = número promedio de tarjetas de crédito ofrecidas por un banco
  • P = número promedio de perfiles de clientes
¿Sencillo? Solo en papel, la parte difícil es escoger la alternativa que más le convenga a uno como cliente.

¿Qué implica esto? Conocer los principios básicos de finanzas.

¿Es esto justo y necesario? Necesario, sí. Justo, no. Los bancos deberían poner a disposición toda la información necesaria para que un ciudadano promedio, sin conocimientos avanzados de finanzas y sin necesidad de estudiar y volverse experto en el tema, pueda decidir qué oferta escoger.

Lamentablemente, eso no ocurre y son los ciudadanos menos informados los que sufren las nefastas consecuencias al ver cómo mes a mes las deudas y los intereses se acumulan hasta, siendo extremistas, destruirlos financieramente.

Porque un dólar, euro, sol o la moneda que tengan en mente, vale más hoy que mañana. Es decir, no es lo mismo cobrar/pagar hoy que cobrar/pagar mañana. Hay intereses de por medio.

Revisar esta fórmula:
FV = PV \cdot (1+i)^t
Donde:
  • FV = valor futuro del dinero
  • PV = valor presente del dinero
  • i = tasa de interés
  • t = período de tiempo
Los escenarios donde la gente que usa una tarjeta de crédito para pagar las deudas de otra tarjeta de crédito no son raros entre aquellos que cuentan con más de una tarjeta de crédito. Así se genera un círculo vicioso que contribuye de cierta manera al incremento del crimen financiero.

Mi recomendación para mantenerse alejados de la próxima crisis de las tarjetas de crédito que está pasando por Estados Unidos y ha llegado a Europa:
  • Calcular bien los riesgos de hacer compras al crédito.
  • Pagar las cuotas cuando deban pagarlas y no esperar a que se acumulen los intereses.
  • Esto implica más cálculos, pero es factible: Hay veces en las que es posible encontrarse con alternativas de inversión que ofrecen una tasa de interés superior a la tasa de interés de las deudas contraídas con una tarjeta de crédito. Si los cálculos lo justifican, es posible dejar que los intereses de la deuda se acumulen porque los intereses de la inversión son mayores. Por ejemplo: Para comprar un objeto X al crédito por $1000 en doce cuotas, me cobran una tasa de interés de 3,5% mensual. Sin embargo, si veo que poniendo esos $1000 en otro lado me ofrecen un interés mensual superior a esos 3,5% mensuales, puedo poner mi dinero ahí y comprar el objeto X a crédito. Posteriormente pagaría mi deuda contraída por la compra del objeto X y, además, saldría ganando la diferencia de los intereses.
Artículo descargable aquí o aquí.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante!!!, podría recomendar que si ya están en el hoyo, renueven deuda... ¿como?, pagando las cuentas de la casa con Tarjeta (TC) y abonar de inmediato ese efectivo, lo mismo aplica para la compra de amigos o familiares, si un familiar quiere comprarse un televisor, que te de el dinero, lo abonas a la TC eliminando virtualmente parte o la totalidad de tu deuda antigua y luego endeudándote de nuevo corriendo de nuevo el medidor de intereses :-), aquí se juega con las tasas de interés moratorias y normales. que varían dependiendo de los factores mencionados en el articulo.

Wena Victor!!!

Unknown dijo...

Todo sea por ahorrar y sacarle la vuelta al sistema.