viernes, 12 de marzo de 2010

La susceptibilidad

Si tu susceptibilidad es susceptiblemente susceptible, te recomiendo que no sigas leyendo para que tu susceptibilidad no sea susceptiblemente herida. (Me acabo de inventar esta frase y no sé qué diablos significa. Así que déjala allí y no me vengas con susceptibilidades.)

Según la vigésimosegunda edición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra susceptibilidad significa cualidad de susceptible. Y susceptible es un adjetivo que tiene dos significados:
  1. Capaz de recibir modificación o impresión.
  2. Quisquilloso, picajoso.
Posiblemente como lector(a) te estés preguntando a qué viene todo esto. Bueno, resulta que estuve conversando en estos días con unos amigos sobre las personas que se alteran o reaccionan mal ante cualquier cosa. Luego, llegué a la conclusión de que no importa cuan simple o insignificante sea algo a mis ojos, siempre habrá una persona que se siente ofendida, escandalizada y alterada por eso que a mí no es gran cosa.

De acuerdo con este artículo de Alfonso Aguiló, "Las personas susceptibles acarrean una pesada desgracia: la de ser retorcidos. Complican lo sencillo y agotan al más paciente. Viven siempre con la guardia en alto, a pesar de lo cansado que resulta. (...) La susceptibilidad tiene su raíz en el egocentrismo y la complicación interior.".

De lo descrito anteriormente, deduzco que este tipo de personas no logran ser felices pues viven constantemente en conflicto (interno y externo). Por lo que hallo muy difícil tener una sana convivencia con ellos, a pesar de que esto último no es imposible. Aunque personalmente creo que la persona susceptible debe poner más de su parte porque todo lo que le sucede, al final de cuentas, parte de ella misma y es generado como consecuencia de sus propias acciones.

¿Cómo mejorar la convivencia? Las personas deben medir sus palabras y acciones cuando interactúan con una persona susceptible por obvias razones. No obstante, uno no siempre sabe que tiene en frente a una persona susceptible. Entonces, ¿qué se puede hacer? Opino que siempre se debe mantener la compostura al tratar con personas desconocidas. No estoy diciendo que no se deba hacer lo mismo con personas conocidas; pero naturalmente uno ya sabe cómo reacciona una persona conocida.

Yo creo que Aguiló tiene bastante razón en el último punto de su artículo cuando dice que "(el susceptible debe) soportarse a uno mismo, porque muchos que parecen resentidos contra las personas que le rodean, lo que en verdad les sucede es que no consiguen luchar con deportividad contra sus propios defectos.". Esto es, en otras palabras, que el problema está dentro de uno mismo y no fuera, y que el cambio debe partir siempre de uno mismo y no estar quejándose ni andar culpando a las circunstancias.

Personas susceptibles: considérense advertidas y no se me pongan susceptibles por esta susceptible entrada.

No hay comentarios: