Ayer visité el Museo de Ciencias de Miami. En la entrada se encontraba el siguiente anuncio publicitario:
Mientras yo me preguntaba qué cosa me esperaba adentro del museo, no pude evitar pensar en un tiburón con la ferocidad del famoso tiburón de la famosa película que lleva su nombre combinado con uno del tamaño del tiburón-ballena.
No me encontraba desesperado por verlo con mis propios ojos, pero confieso que sí sentía bastante curiosidad y ansiedad por llegar a la sección donde se exhibía en el museo. Cuando llegué allí, vi esto:
Al ver el tamaño de esas bocas, yo me preguntaba que pasaba si una de esas bestias existiera aún en la actualidad. ¿Sería preferible morir tragado de un solo bocado o pasar previamente por sus dientes de 20 centímetros de longitud? ¡No quisiera ni imaginármelo!
La dentadura más grande correspondía a un megalodón de 60 pies de longitud.
Para hacerse una idea del tamaño de ese animal, vean la siguiente imagen tomada de la página web del museo:
No sé cómo sería el megalodón en una cacería, pero en el museo había un cuadro que nos podría ayudar a imaginarnos la escena de un megalodón cazando a una ballena:
Afortunadamente ya se extinguió.
Aquí les dejo con un video de la misma exposición, pero llevada a cabo en Gainsville, otra ciudad del estado de la Florida.
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