Llevo varios meses yendo al gimnasio. La vida sedentaria me estaba matando y requería cambios urgentes en ella. Al comienzo solo iba para correr un rato en la máquina; solamente dos kilómetros porque de eso no pasaba. Luego de trotar, me metía aleatoriamente en una de las tantas máquinas que hay en los gimnasios para ejercitar otros músculos.
Parecía que todo estaba en orden; sin embargo, habían dos problemas: (1) estaba solamente trabajando en resistencia, mas no de manera correcta; (2) no estaba trabajando como se debe el resto del cuerpo.
Con respecto al primer punto, yo corría como si estuviera siempre tratando de mejorar mi tiempo anterior; es decir, trataba de hacer el recorrido en menor tiempo. Mientras que en el segundo punto, no usaba de manera correcta las máquinas y no tenía una rutina adecuada.
Mi tío me dijo que el objetivo de trotar era hacer trabajar al corazón, no correr como si estuviera en una competencia. Por esa razón, me sugirió que redujera la velocidad para poder incrementar la duración del ejercicio. Para lo cual me aconsejó intentar con una velocidad de 6 millas/hora. Dicho y hecho. Los resultados comenzaron a mostrarse y cada semana me retaba a mí mismo correr cinco minutos más que la semana anterior. Así hasta llegar a correr durante 60 minutos sin parar.
Sin embargo, mi ritmo cardíaco estaba por encima de los límites sugeridos. Al comienzo yo no veía la diferencia y, por ende, no le prestaba demasiada atención. Pensaba que igual estaba quemando grasas y que estaba haciendo trabajar al corazón, un poco más fuerte de lo sugerido, pero al fin de cuentas lo estaba haciendo trabajar. Lo que no sabía era que, pasado un cierto nivel, no solo estaba quemando grasas, sino que también estaba quemando la masa muscular.
Por otro lado, yo hacía unas tres series por cada máquina que usaba. Eso no era lo malo, lo malo era que usaba casi todas mis máquinas favoritas todos los días. Aquí nos encontramos frente a dos problemas: (1) yo escogía las máquinas que me gustaban más, no las que debía usar para ejercitar los músculos que debía ejercitar; (2) cada músculo requiere al menos un día entero de descanso antes de forzarlo nuevamente con ejercicios fuertes, y yo los estaba reventando con mis rutinas diarias.
Con estas falencias, no podría conseguir los resultados deseados en el tiempo deseado. Así que decidí que era hora de contratar a un entrenador para que me asesore, me diseñe una rutina de entrenamiento y me explique la manera correcta de usar las máquinas. La rutina que el entrenador diseñó se encuentra a continuación:
Asimismo, me recomendó una dieta de 3200 calorías al día, las cuales se distribuyen en cinco comidas al día y de la siguiente manera:
Parecía que todo estaba en orden; sin embargo, habían dos problemas: (1) estaba solamente trabajando en resistencia, mas no de manera correcta; (2) no estaba trabajando como se debe el resto del cuerpo.
Con respecto al primer punto, yo corría como si estuviera siempre tratando de mejorar mi tiempo anterior; es decir, trataba de hacer el recorrido en menor tiempo. Mientras que en el segundo punto, no usaba de manera correcta las máquinas y no tenía una rutina adecuada.
Mi tío me dijo que el objetivo de trotar era hacer trabajar al corazón, no correr como si estuviera en una competencia. Por esa razón, me sugirió que redujera la velocidad para poder incrementar la duración del ejercicio. Para lo cual me aconsejó intentar con una velocidad de 6 millas/hora. Dicho y hecho. Los resultados comenzaron a mostrarse y cada semana me retaba a mí mismo correr cinco minutos más que la semana anterior. Así hasta llegar a correr durante 60 minutos sin parar.
Sin embargo, mi ritmo cardíaco estaba por encima de los límites sugeridos. Al comienzo yo no veía la diferencia y, por ende, no le prestaba demasiada atención. Pensaba que igual estaba quemando grasas y que estaba haciendo trabajar al corazón, un poco más fuerte de lo sugerido, pero al fin de cuentas lo estaba haciendo trabajar. Lo que no sabía era que, pasado un cierto nivel, no solo estaba quemando grasas, sino que también estaba quemando la masa muscular.
Por otro lado, yo hacía unas tres series por cada máquina que usaba. Eso no era lo malo, lo malo era que usaba casi todas mis máquinas favoritas todos los días. Aquí nos encontramos frente a dos problemas: (1) yo escogía las máquinas que me gustaban más, no las que debía usar para ejercitar los músculos que debía ejercitar; (2) cada músculo requiere al menos un día entero de descanso antes de forzarlo nuevamente con ejercicios fuertes, y yo los estaba reventando con mis rutinas diarias.
Con estas falencias, no podría conseguir los resultados deseados en el tiempo deseado. Así que decidí que era hora de contratar a un entrenador para que me asesore, me diseñe una rutina de entrenamiento y me explique la manera correcta de usar las máquinas. La rutina que el entrenador diseñó se encuentra a continuación:
- Día 1: pecho y tríceps
- Día 2: espalda, hombros y bíceps
- Día 3: piernas, muslos, parte posterior de muslos (no sé cómo se llaman esos músculos) y pantorrillas
- Día 4: bíceps y tríceps
Asimismo, me recomendó una dieta de 3200 calorías al día, las cuales se distribuyen en cinco comidas al día y de la siguiente manera:
- 15% ó 480 calorías en grasa, lo que equivale a unos 53 gramos
- 55% ó 1760 calorías en carbohidratos, lo que equivale a unos 440 gramos
- 30% ó 960 calorías en proteínas, lo que equivale a unos 240 gramos
7 comentarios:
asuu maree!! tanto hay que hacer, ya veo porque yo, con mi 45 minutos diarios en el orbitech, solo consigo cansarme 0_o
pidele a tu trainer una rutina para chicas y me la pasas pes :D
lindo el blog Vic, besoss
Clau
Clau:
Las rutinas son personalizadas. Tendrías que pedirle a un entrenador que te diseñe una.
:( ok
Clau
Vale man, bien alli con la rutina, si pues, es cansador, de hecho que el gym no es el único camino para estar en forma, pero si es uno probado, disciplina nomas. Yo también estoy yendo todos los días a las 6:00 am antes de la chamba y uno se siente bien, sobre todo cuando ve los resultados. El asma ya no me cansa cuando juego fútbol o tennis por ejemplo, eso para mi es un golazo =).
Efectivamente, Gerardo.
Uno mismo puede sentir la diferencia en sus actividades diarias.
buena vitnho con el blog! xD
Gracias davidz!
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