Una persona sin esperanza es alguien sin sueños, sin ideales, sin optimismos, sin porvenir. Cuando no hay esperanza, la desesperanza ocupa su lugar. Aparece entonces el espíritu derrotista y sobreviene el fracaso.
La persona con esperanza tiene una mente positiva y optimista. Cree en el triunfo del bien sobre el mal. No desfallece en la lucha, se levanta cuando cae, confía en la dirección divina y conserva la alegría de vivir.
Enrique Chaij
No hay comentarios:
Publicar un comentario