Hace varios años atrás vi por primera vez aquel video donde aparece Steve Jobs dando un discurso de graduación en la Universidad de Stanford. Si mal no recuerdo era a fines del 2007, semanas antes de que tomara mi avión de vuelta a Perú desde China. En un fragmento de dicho discurso, Jobs dijo algo así como que cada cosa que hacíamos era solo un pequeño punto, que posiblemente no entendiéramos en ese momento o que no tuviera trascendencia alguna en dichos instantes; pero que a largo plazo, todos aquellos puntos se unirían y se conectarían para dar sentido a lo que hicimos en el pasado.
Me pareció algo con bastante sentido en ese momento: Todo lo que hacemos es para algo; solo que no siempre sabemos para qué exactamente. Recuerdo que hasta me di el gusto de parafrasear a Steve Jobs cuando le escribía una carta de despedida a una buena amiga con la esperanza de que deje que cuestionarse a sí misma y disfrute más su vida. No sé por qué, solo me nació.
El jueves de la semana pasada, uno de mis compañeros de trabajo parafraseó esa frase de Jobs y me hizo recordar lo que sentí cuando vi ese video por primera vez. Así, sin quererlo ni proponérmelo, en mi mente me repetía una y otra vez para qué hago lo que hago, de qué me servirá en el futuro, qué importancia tendrá en mi vida. Mis manos hacían sus tareas manuales en la laptop; mis ojos divagaban en la pantalla, pero no veía ni le prestaba atención al contenido. Mi cuerpo estaba presente en la oficina, pero mi mente estaba en otras mientras andaba volando y alucinando por ahí durante unas cuantas horas.
Hace un par de días, mientras me metía a la cama para dormir, volvió a cruzar por mi cabeza esa frase de los puntos individuales que me mostrarían el camino trazado/recorrido una vez que lo haya vivido. Allí cuando vuelvo la mirada al pasado a manera de recuerdo, a manera de reflexión, a manera de autoevaluación, a manera de retroalimentación, a manera de aprendizaje, es cuando recién me doy cuenta de lo que he hecho y cómo esos hechos han marcado algo en mi vida que recién mucho tiempo después logré comprender.
Antes solía preguntarme por qué diablos hice tal o cual cosa, por qué las cosas debían ser de una u otra forma y no como yo las quería. Bueno, aún me sigo preguntando muchas esas cosas, pero ya no me atormento si algo no sale como yo quiero. Me cuesta, sí; pero ya no permito que ese pensamiento me domine. Lo tomo como experiencia y lo tomo como espejo para verme reflejado en otras áreas de mi vida para aprender y mejorar. O al menos eso intento.
¡He vivido tantas cosas! ¡He tenido tantas emociones! Creo que tranquilamente se podría hacer una película de mi vida con varias entregas, y yo que pensaba que mi vida era "normal" y no había gran cosa que resaltar en ella. Reconozco que estuve equivocado. Experiencias buenas o experiencias malas, pero al final de cuentas, experiencias que son parte de mi vida. La conexión de puntos que mencionó Jobs en su discurso son justamente esas cosas que he vivido y que seguiré viviendo. Esos puntos que no se pueden conectar mirando hacia el futuro, si no solamente mirando hacia el pasado muchos años después.
Recién ahora entiendo muchas cosas que pasaron en mi pasado. Recién ahora le encuentro sentido a gran parte de mi vida pasada. No puedo saber lo que pasará en mi futuro, pero sé que puedo hacer que las cosas sucedan. No hay motivo para no seguir mis propios instintos. No hay motivo para no forjar mi camino. Algún día en el futuro recién entenderé lo que estoy haciendo ahora y para qué lo estoy haciendo, pero cuando eso suceda, estoy seguro de que diré: "Valió la pena".
Y como dijo Steve Jobs:
"Keep looking, don't settle"
"Stay hungry, stay foolish"
4 comentarios:
La vida es una aventura, eso es lo que he aprendido en este último tiempo. Hay que darse cuenta de eso, para no vagar simplemente por esta.
Buen post Victor.
Hernan, gracias por comentar. Es verdad lo que dices. La vida es una aventura y por eso hay que disfrutarla.
También vi el video y realmente te toca. Buen post.
Sí, es verdad. El video te toca. ¡Muchas gracias por comentar, JMG!
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