domingo, 11 de julio de 2010

¡Olé España!


Acaba de terminar el último partido del Mundial de Sudáfrica 2010 y un nuevo rey del balonpié se corona en el estadio Soccer City de la ciudad de Johannesburgo en Sudáfrica.

España, luego de anotar en los minutos finales de la prórroga en su partido contra Holanda, inscribe por primera vez su nombre en la lista de los equipos de élite que lo han predecedido. De esta manera, se convierte en el octavo país en compartir un lugar dentro de ese grupo privilegiado que, hasta antes de finalizar el partido, estuvo conformado por Uruguay, Argentina, Brasil, Inglaterra, Alemania, Italia y Francia.

España, un equipo que vino de menos a más, un equipo muy criticado durante los primeros partidos de este mundial, pero que supo imponer su condición de favorita con creces conforme avanzaba el torneo, no pudo cerrar de mejor manera la trayectoria demostrada en los últimos años desde que se coronó campeón de Europa en el 2008, justamente hace 2 años. Esta selección española es quizás la mejor de todos los tiempos; logró en este corto período lo que muchas de las versiones que la predecidieron nunca pudieron hacer: ser campeones de Europa y del mundo. No hay dudas de que se merecía este triunfo, sin desmerecer de ninguna manera al gran equipo holandés que tuvo al frente. Cualquiera de los dos equipos pudo haber sido un digno campeón; pero, lamentablemente, ese lugar solo lo puede ocupar uno; y esta vez, ese número uno es España.

Personalmente, España no era el equipo de mi devoción para ganar el mundial. Su juego de toque no me convencía por carecer de profundidad y le faltaba contundencia en el ataque. Prueba de ello es que ha ganado sus últimos partidos por la mínima diferencia: Portugal, Paraguay, Alemania y ahora Holanda; a diferencia de Alemania o Argentina que pulverizaban a sus rivales.

Sin embargo, luego de ver cómo los españoles anularon a los alemanes en la semifinal, comencé a cambiar de opinión acerca de sus posibilidades para llevarse la copa. Contra Paraguay, les costó mostrar su mejor juego porque el equipo paraguayo tenía un estilo de juego que le incomodaba mucho al equipo español. Sin embargo, contra Alemania las cosas fueron distintas: fueron muy efectivos para anularle el juego a los alemanes y, a la vez, desplegar su propio juego. Alemania estuvo muy lejos de aquel equipo demoledor que mandó a casa a la Argentina de Maradona como director técnico.

Ahora, con Holanda las cosas pudieron haber sido similares porque España tuvo mayor posesión del balón. Pero los holandeses se dedicaron más a cortarle el juego a los españoles a base de patadas y a contragolpear lo más rápido posible. Basta ver la cantidad de tarjetas amarillas que el árbitro inglés sacó durante el primer tiempo y todas las que perdonó, como la falta descarada de De Jong a Xabi Alonso.

Foto: Perú 21

El segundo tiempo fue más movido que el primero, lleno de idas y vueltas por ambas partes. Se notaba que ambos buscaban con mayor insistencia al arco rival. Hubieron claras oportunidades por ambas escuadras, pero siempre fallaban en los últimos metros gracias a las buenas intervenciones de los porteros y, en muchos casos, simplemente porque la suerte no estuvo del lado atacante. Era claro que el equipo que anotara el primer gol se llevaría el partido y así fue. En el minuto 11 del segundo tiempo de la prórroga, Andrés Iniesta recibió un pase por el lado derecho que lo dejó frente al portero en posición inmejorable. Disparó a quemarropa y minutos después, la "Furia Roja" se alza como campeón mundial por primera vez en su historia.


¡Que viva España!

1 comentario:

Manuel Menéndez dijo...

http://mundialesfutbol.suite101.net/article.cfm/mundial-de-sudfrica-espana-es-campeon-y-cumple-su-viejo-sueno